Comenzamos a bajar por un sendero pedregoso a través de una sucesión de zonas rápidas y curvas cerradas. El sendero permite coger mucha velocidad, pero con control, ya que a nuestro lado tendremos una buena caída por una hayedo de laderas muy inclinadas. A medida que bajamos, el terreno se vuelve más blando, con un agarre bestial en la mayoría de condiciones, aumentando la frecuencia de las curvas.

Llegados al punto en el que estamos encima del río Basakaitz, vuelta a tramos rápidos de soltar freno, hasta que vuelve a un terreno pedregoso. Nos esperan más de 2 km de piedra, con una tendencia de bajada, pero que tendremos que apretar en algunos tramos de subida.

Sendero exigente, pero espectacular, atravesando el cañón del río con un paisaje impresionante. Como broche final, merendero y pequeña zona de descanso a la salida del sendero, para terminar con un recorrido de 5 estrellas.